miércoles, 9 de octubre de 2013

Las piezas del "Rompecabezas"...

Hoy me vino a la mente una idea un tanto loca de cómo nos relacionamos con el mundo. Y lo que somos aquí. Y llegue a la conclusión de que somos como piezas de un gran "Rompecabezas". Donde todos encajamos de una manera "perfecta" con otra pieza: Nuestra otra mitad, o al menos eso es lo que nos vienen vendiendo a partir de que vamos a la juguetería (o razón como quieran llamarla) a comprarlo. Nos pasamos la vida entera en la búsqueda constante de esa pieza que nos complemente, que nos haga estar en armonía “dual” junto al universo circundante (las otras piezas duales que pasaron buscándose y que luego fueron formando parte de la figura: “la familia”). Y así, muchas de esas veces, nos cruzamos con piezas que no encajan con nuestras “formas”, nuestros “pliegues”… nuestros “bordes” o simplemente con nuestra idea perfecta de la figura idealizada del mundo perfecto en el cual queremos vivir. El problema esta cuando esas piezas que no encajan de una forma u otra se esfuerzan por hacerlo. Y ahí… llegan los roces, las bordes gastados y plegados… esas pelusas de cartón que van desgastando nuestra verdadera esencia. Aquella que se encuentra en esa búsqueda constante de la otra mitad que la complementa en absoluto. Muchas de las veces las piezas al sufrir estos acontecimientos, un tanto, traumáticos, llegan a perderse en el olvido del dolor, del resentimiento, de la bronca y del no saber perdonar al otro dejando ir… y dejando que un futuro cercano pueda, quizás, darle la oportunidad de encontrar lo “tanto anhelado”. Me pregunto a su vez, que entendemos por esta metáfora del “rompecabezas”… ¿Será que buscar a la otra mitad.. nos rompe la cabeza?... y ahí viene un gran paradigma… ¿esa otra mitad, no seremos nosotros mismos? ¿No será que debemos estar en armonía nosotros mismos para empezar a encontrar el lugar y el objetivo que cada uno de nosotros viene a cumplir en este gran juego llamado “vida”?. Todos tenemos una misión en esta tierra… y me pregunto si esa misión será justamente encontrar la otra pieza o simplemente encontrarnos nosotros mismos para así, poder cumplir con eficacia y maestría el mandato que cada uno vino a cumplir en este planeta. Yo en mi caso soy arpista. Y el caso de otra persona, quizás barrendero, quizás medico, quizás abogado… y así diferentes actividades. Imaginen…. Todas las piezas iguales. Imaginen un mundo donde solo sean arpistas, barrenderos, médicos o abogados u simplemente “vagos”… imagínenlo… ¿sería más divertido el planeta de esta forma? Entonces… ¿Por qué CARAJO nos empecinamos en buscar la otra parte IGUAL a nosotros? Si un mundo donde todos serían igual a nosotros sería absolutamente ABURRIDO. ¿Acaso quieres una vida aburrida? O preferían jugar…y entretenerse… “rompiéndose” la cabeza como muchos dicen… descubriendo en cada día la otra pieza, diferente a las suyas, donde puedan ver otro mundo absolutamente nuevo a descubrir… Piénsenlo… buscar la otra mitad perfecta… la parte “esa” que los complementa desde un idilio del “alma gemela” es absolutamente erróneo. Pero más erróneo es aun…. Tratar de encajar a la fuerza una pieza que no encaja ni por suerte con la nuestra… pero AUN ES MÁS ERRONEO tratar de encajar nuestra pieza en la misma pieza que busca ser encajada en un mundo de desencajes constantes por ideas de un yo extremo proyectado a un “mundo perfecto”, porque SOMOS PIEZAS ÚNICAS e irrepetibles… y la otra puede “encajar” pero siempre será diferente. MORALEJA: no busques en el otro el las mismas formas, los mismos colores, los mismos bordes. Porque jamás vas a poder encontrarlo. Disfruta de descubrir en el otro un mundo nuevo, que te seduzca y te invite a jugar un ratito desde su mirada y perspectiva, para de esa forma demostrarte que la vida es bella y que se puede vivir con el otro en armonía, porque una orquesta con solo violines no hace nada sino tiene el sostén de los cellos o los contrabajos y las violas… es así… disfruta de conocer al otro… sin prejuicios ni proyecciones internas de un yo extremo.