viernes, 8 de abril de 2011

Hay que saber vivir...


Cada día es un despertar, un descubrir… desde que abres tus ojos hasta que los cierras, esperando encontrar en esos sueños lo que siempre anhelaste inconcientemente…

Hay que saber vivir, sintiéndote pleno, lleno de alegría, dejando atrás el dolor, el resentimiento, perdonando y amando al prójimo… comprendiendo de que esto no es nada más ni nada menos que un caminar… un simple camino, largo, que se acorta en el unipersonal de cada uno…

Cada día es diferente, y de vos depende hacerlo sentir como tal… dejando atrás los otros días, viviéndolos en un pasado, disfrutando de un presente y anhelando un futuro aun mejor…

Hay que saber vivir…

Date tiempo para mirar a esa persona que amas a los ojos mientras le haces el amor… conéctate, sentila… y cuando encuentres la verdadera entrega de su alma ahí dale un beso tierno, desinteresado y lleno de esperanza… de una esperanza que solo ambos dos comprendan…

Cada día es un halago de Dios, es un regalito de sus Ángeles… es un sentirse pleno, vivo, que podemos reírnos, podemos caminar para conocer este basto mundo que nos ha dejado a nuestra merced… que podemos llorar por aquellos momentos de felicidad, de tristeza y de evolución para nuestra alma… y aquel que no puede caminar, que no puede reír, ni llorar desde lo externo por razones fisiológicas… sabe que puede hacerlo desde lo más profundo de su alma… porque el alma, trasciende… lo externo… y es el alma quien nos enseña a vivir…

Hay que saber vivir...

Con nuestros brazos abiertos, dispuestos a dar cobijo, a dar refugio, en ese momento justo… y disfrutar de esa entrega, sin esperar nada a cambio… solo… vernos, en uno… en nosotros mismos… porque todos somos uno mismo…

Este planeta Tierra esta tan lleno de tantas almas… que corren, se agitan, que van de acá para allá… contra un reloj que nadie entiende… y que en el momento donde se para, todos se preguntan si realmente hicieron las cosas bien, si llegaron a tiempo… si todo fue suficiente… Si realmente supieron vivir… Si lograron esos sueños que veian solo al cerrar sus ojos... y si en el momento de cerrarlos definitivamente viviran en ellos... no dandose cuenta de que los sueños se hacen en vida... y viviendo de ellos...

Cada día es un crosal de efervescencias emocionales… un te quiero, un te odio, un hola, un adiós, un hasta pronto, un te admiro, un hasta siempre… y así… ambigüedades que van de un lado para el otro… de uno en otro… y que todas terminan en el mismo lugar de encuentro… en nuestro Dios, en nuestro Universo… o en esa fuerza sobrenatural que sabemos que en algún lado nos esta guiando…

El ultimo segundo, ese… es el más importante para muchos… yo sinceramente, desde mis cortos 27 años… siento que cada milésima de segundo es importante… cada momento… y hoy, no lo se, mañana, o cuando Dios disponga puede ser mi ultimo segundo… pero me doy cuenta de que… tenemos que aprender a vivir, para llegar al final del recuento del reloj con sabiduría y de la mejor forma, para sentirnos ligeros en el andar hacia allí… allí… a donde todos terminamos (bueno algunos quizás no… porque no han sabido vivir, por eso... este mensaje... quizas sirve de conciencia...) allí, donde no existe el reloj y donde no existen tantas preguntas ni tantas respuestas…

Viví, disfruta de cada momento, sentite libre… vola como un ave, reite como un niño… juga contigo mismo… festeja tus payasadas… alégrate de tus errores porque estas aprendiendo a ser trascendental contigo mismo… llora por tus logros de alegría… y mírate ahora al espejo… mírate profundamente… más allá de tu iris, más alla de tu abismo…

Y...

Encontrate…!! perderte contigo mismo…!! y date cuenta que más alla esta eso “tan simple” que te enseña a vivir… porque cada día es único, es tuyo, es de todos… y de todos depende saber vivir… porque todos somos uno... y uno somos todos...

Con todo mi cariño,

Athy