martes, 3 de junio de 2008

La Vida



Ayer me preguntaba sobre el verdadero Sentido de las Cosas...

Me preguntaba sobre qué es el Amor realmente,
cómo definirlo, si no lo puedo ver ni tocar y siempre se presenta
de colores y formas diferentes...
Me preguntaba si es un Ser o simplemente un mito...
o una caricia... o algo... me pregunté tantas cosas...
por qué me alegra tanto, por qué me hace sufrir tanto...

Ayer me preguntaba qué es la raza humana...
Por qué tenemos todos tan diferentes mundos cuando vivimos
juntos en el mismo....
por qué nos olvidamos a veces de que somos todos hermanos
e hijos de la misma Madre Tiersha.

Me preguntaba si son necesarias aquéllas líneas invisibles
que nos separan...
Si Dios nos regaló el don de dividir o si simplemente
lo inventamos nosotros como algunos intentan inventar
ser Dios.
Y si debemos aprender de ello,
¿por qué muchos se olvidan de lo aprendido?...

Me pregunté tantas cosas...

Reflexioné sobre lo mágico que son los elementos...

En el Fuego... con sus lazos de granate
tan celosos de su belleza que no se dejan acariciar…
pero que nos abrigan con su abrazo a la distancia...

Pensé en el Aire.... oxigenándonos...
nos alimenta con sus delicados caireles invisibles...

Pensé en el Agua... con su cuerpo tan universal...
nos limpia, sana, purifica...

Pensé en la Tiershra... útero inverso
albergás todo aquello con vida,
porque TODO tiene vida.

Luego pensé en por qué no le damos
valor a sus significados, por qué se olvida su energía
mientras que nos nutrimos de ella...
Pensé en lo egoísta que somos a veces con
la Naturaleza...

Dios, pensé tantas cosas...

En las tantas contraposiciones que existen...

Mire atrás... y vi mi sombra...
siempre ahí... tan fiel...
y me pregunté...
¿por qué tenemos sombra?
¿Cuál es el significado de su vida?
Siempre presente y es algo más a lo que
no le damos importancia...

Y así... me vinieron ideas y más ideas
de ciertas cosas que están y que no están para algunos...
pero que se esfuerzan por seguir permaneciendo...

Pensé en la Música...
en su expresión, su belleza, su delicadeza...

Entonces miré mi arpa y la vi como un telar...
y dije...
“Dios que hermoso poder tejer lo invisible... ¡qué mágico!”
Y abrigar con su tejido adentro, no sólo afuera,
porque no todo es lo estético.

Y pensé en esas pequeñeces tan mágicas
a las cuales no le damos su verdadero valor...

Miré el Cielo...
a lo lejos un ave...
libreeeee volandoooo
tan espléndida...
y dije... “qué maravilla tener ese don...”
Poder desplegar las alas y no tener barreras...
ir hacia allá donde nadie puede llegar porque ése es su espacio.
La bendije por ello.

Sin embargo...
pensé nuevamente en el hombre... y me pregunté,
¿por qué quiso igualar a las aves?
Por qué no le dejó el privilegio de volar sólo a ellas...


A veces somos tan egoístas con nosotros mismos que nos olvidamos
de nuestros dones...
Me miré las manos...
y me pregunté... cuántas cosas habré hecho con ellas
y no tomé conciencia de cada movimiento...
De lo increíble que son sus pequeñas grietas...
y de lo maravilloso que es poder crear con ellas...
Pensé en su historia desde que eran las manos de un pequeño ser
hasta el hoy... en cómo cambiaron... en todo lo que acariciaron...

Y pensé en aquéllas manos que un día acariciaron
con inocencia el interior de su madre
y que hoy matan sin sentido...
En lo tanto que se desvirtuaron...
y pensé, ¿por qué cambiaron?

Me miré a un espejo...
miré mis ojos... y me di cuenta de su magia...
Pensé en los ojos que había mirado en mi vida...
y en la conexión que había tenido con ellos...
Entonces me dije “¡Son la puerta del Alma!”
Y entendí quizás por qué no todos
nos miran a los ojos cuando se expresan...
porque no todas las puertas se pueden abrir al mismo tiempo...

Dios pensé tantas cosas...

Pensé en ¿quién soy?
En el Universo y en sus planetas... en cómo estaban dispuestos
cuando yo nací...
Le agradecí por regalarme ese segundo en el que me dio el don
de vivir...

Pero también le cuestioné cosas como éstas,
aunque me di cuenta que no es a él a quien debo cuestionarle sino
a mí mismo.

Pensé en mis maestros...
en las personas que estuvieron y que están en mi vida...
y me di cuenta de que todas son personas
que me enseñaron a vivir porque somos vida.

Ahí me volví a preguntar... ¿qué es la vida?
entonces me dije...
“no lo sé...
porque aún me falta
comprender algunas cosas para las que todavía no he llegado a comprender...”


Athy, 2007

No hay comentarios: